De las virtudes, me quedo con la Decisión


Últimamente la cabeza me da más vueltas que de costumbre. En mayo empiezo un taller de escritura y tan sólo me piden para empezar una cosa muy sencilla: 5 líneas que resuman el proyecto en el que vas a estar inmerso durante el taller. El primer día me puse y creo que en total conseguí esbozar tres tachones. El tercero, dibujé una florecita muy mona en la esquina del cuaderno. Al décimo tenía el e-reader en las manos y era la persona más feliz del mundo leyendo mi nueva novela romántica.

Unas cuantas semanas después, volví a sentarme en la cama procurando que mi mono blanco de peluche mirase atentamente a la pared, porque me da vergüenza que me espíen mientras escribo. Entonces, empecé a apretarme el cerebro, masajeando una a una las pocas neuronas que la droga más dura de todas me ha dejado conectadas: el tabaco. Entonces mi cabeza decidió que tenía que dejar el tabaco, o al menos pasarme al de liar que era más barato. Sí. Eso haría. Me calcé las deportivas, me hice una coleta y bajé al estanco.
A la vuelta el cuaderno me esperaba abierto sobre la cama y una lagrimilla se escapaba de una linda florecita que había dibujada en la esquina.

Y es que yo soy nula escribiendo bajo presión.

Decidí olvidarme de los deberes. Total, hasta Mayo hay tiempo. No quedaba nada para que empezara la primavera, y la inspiración en mí suele florecer junto a los alhelíes y los tulipanes. Así que volví a evadirme con los cascos en las tediosas mañanas en el metro y en el ordenador practicaba mis habilidades, o la ausencia total de ellas, con el photoshop. Así un día y muchos más.

Entonces, me encontré pensando en el maravilloso mundo de Krymaria y sus dioses imperfectos. Más tarde en Sylvia, la hija de Satanás que tanto tiempo lleva olvidada. Y en el Camino de Santiago, por supuesto; si me había atrevido a presentar un relato a concurso, porqué no atreverme con un amor con botas y mochila.

El primero iba ganando por goleada. El principio de la historia lo tengo más que claro. La trama es firme y avanza a pasos agigantados, lanzando esos mensajes sutiles que no pueden faltar en la literatura fantástica. Ayer ya no lo tenía tan claro. Sylvia me llamaba desde su pequeña tienda de bisutería en el centro de Madrid; Braden desde el infierno (y al infierno no hay quién se le resista). Así que decidí que la romántica paranormal sería mi prioridad absoluta. Hoy solo se me ocurre a mí abrir un archivo llamado "ideas", enterrado profundamente en una carpeta titulada "Camino de Santiago". Y esa sonrisa que una vez me hizo imaginar un hermoso libro, vuelve a calentar mi corazón al ritmo de una gaita gallega.

La elección está hecha... nadie puede luchar contra una sonrisa...
¡Me quedo Krymaria! ¡Que tengo ganas de intentarlo con la romántica paranormal!

XDDDD

5 comentarios:

Ana dijo...

Hola, me encantan tus comentarios, espero que tengas más suerte ahora con el relato y procura no agobiarte , las presiones nunca son buenas , pero si se te da bien escribir , y por lo que veo, así es, seguro que en menos de nada te sale toda la inspiración.
Un beso

Iris Martinaya dijo...

Kyra tienes premio en mi blog. Estaré pendiente de tu nuevo proyecto.

Besitos

Arantxa dijo...

Hola, me gusta mucho tu blog y me gustaría que visitases el mio.
Nuevo capi LEMMON te pasas? http://elrincondebonnie-bonnie.blogspot.com/2010/03/la-primera-vez.html

Iris Martinaya dijo...

Hola guapa, tienes premio en mi blog, pásate cuando puedas, ya espero con ganas ese nuevo proyecto.

Besitos

J.P. Alexander dijo...

Hola nena espero que te vaya bien con tu relato y si necesitas ayuda o alguien que te lea o escuche ya sabes cuentas con mi ayuda

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