VI. El Sabor del Deseo





VI. EL SABOR DEL DESEO.

Muy pronto, el calor de la habitación empezó a ser sofocante. La humedad que provocaba el sudor de sus cuerpos, el aliento que escapaba con cada gemido de Mike, hizo que se empañaran los cristales de las ventanas. El colchón crujía cada vez que él alzaba las caderas en una nueva embestida, mientras Karen le apretaba sin rastro de timidez, buscando liberarle en un potente orgasmo.
Dejó que su carne se escurriera por su lengua. La deslizó arriba y abajo, a lo largo de toda aquella gloriosa longitud, devorando con ansia cada espasmo de placer. Ronroneó cuando sus caderas se volvieron impacientes, jadeó en el momento en que empezó a perder el control, y gimió con deleite al recibirlo entero en su boca, dejando que la golpeara en lo más profundo de su garganta, rogándola que se abriera aún más para él.
Abrió los ojos y se bebió con la mirada la dicha de su rostro, olvidando de pronto mover la mano que ocultaba bajo la falda. El no le ocultó su deseo, ni la forma maravillosa en que le hacía sentir su boca. Su cuerpo se estremecía con violencia a la vez que adelantaba la pelvis una y otra vez, sacudiendo sus huesos al ritmo que ella le imponía. Dejaba escapar gruñidos y jadeos, como si no pudiera mantener en su interior las poderosas emociones que le provocaba.
Karen cerró más los labios, presionando su sexo, notando cómo la piel que lo cubría quedaba fuera de su boca, para dejar al alcance de su lengua la carne que verdaderamente la necesitaba. Y que ella necesitaba. De su cima se escaparon cálidas gotas de semen, saladas y escurridizas, que traspasaron el ardor a su misma sangre. Gimió en respuesta a ese principio de éxtasis, y todo su ser pareció volverse lava roja y fundida que nacía en lo más profundo de su vientre y se deslizaba lentamente por la cara interna de sus muslos. Una chispa de sabia satisfacción brilló en esos ojos dorados y ella le castigó con los dientes, provocando un gruñido bajo que enardeció aún más sus sentidos.
Debería sentirse intimidada por su tamaño, que continuaba obstruyendo su garganta, negándole el aire cada vez que se hundía en ella. Pero no era así. En lugar de sujetar su cabeza, obligándola a mantener un ritmo imposible, sus manos apretaban con fuerza la colcha granate a ambos lados de su cuerpo imponente. Podía apartarse en el momento en que lo deseara. Pero no quería negarle la súplica que brillaba en su rostro, ni quería privarse a sí misma la excitante sensación de saberse dándole placer. Era ella quién marcaba el compás, guiándose por las sacudidas de su miembro.
Sus embestidas se hicieron más ansiosas, los músculos de su rostro se tensaron con dureza. Los pesados párpados de espesas pestañas negras se entrecerraron al mismo tiempo que mostraba los dientes apretados, en una mueca que podía interpretarse como el dolor más profundo o el más intenso placer. Y fue su miembro, de pronto tenso contra su lengua el que le mostró la verdad, cuando explotó en potentes oleadas de éxtasis que se estrellaron contra su garganta.
Ella tragó dichosa, consciente de que el hombre que yacía en la cama disfrutaba de su orgasmo porque ella lo consentía. Que en ese preciso instante, se encontraba completamente a su merced. Sabedora de que la línea que separa el placer de la frustración dependía tan solo de su boca caprichosa. Esa boca golosa que lamía cada centímetro de su sexo necesitado. Y supo al fin a qué sabía el deseo de un hombre:
Al más embriagador y absoluto poder.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡Joder, que jodido final más bueno!! Quiero más, quiero más, quiero más... ¡Dámelo!
Genial, nena, simplemente genial.

Eris

Anónimo dijo...

Acabo de descubrir tu blog y me leí el capítulo de la carta en el pasillo del hotel ¡y me enganché de mala manera! Me encanta este relato. Es muy bueno.
Mirada.

Kyra Dark dijo...

Vaya, me alegro de que os guste.
Me voy a poner corriendo con el siguiente capítulo!!!!
Gracias, Besos

Iris Martinaya dijo...

Yo también quiero mas........me encanta como escribes, de verdad me tienes enganchada.

Besos

Maria dijo...

Descrito a la perfeccion,sientes,saboreas la pasion y erotismo de este cap.

Sigo leyendo.....

Kassandra H. dijo...

O.O WA NENA TE PASASTE EESTE CAP ME MATOO! :P ESE TIPO ES ESCITANTE HASTA LOS PELOS DE LA CABEZA >.< ME ENCANTAA :)

Kyra Dark dijo...

Me alegro de que te guste Kassi. La verdad es que me encantó escribirlo. Así que en breve creo que empezaré otro relato erótico. Estoy documentándome sobre el sexo tántrico, así que puede estar gracioso (jojo)
Besicos!!

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