He estado durante mucho tiempo posponiendo lo inevitable, pero con el Fin de Año tan cerca, ha llegado el momento. Desde sus inicios, este blog iba cumpliendo las expectativas (las mías, por supuesto), quizá porque no tenía muchas. Lo que sí que nunca tuvo fue un Norte. Mucha ilusión, pero no un objetivo claro. Ha sufrido cambios físicos muy numerosos y notables, pero lo cierto es que necesitaba un cambio mucho más profundo. Puede que una reinvención total.
Durante el último año, no me he sentido cómoda con él, porque Kyra ya no soy yo y seguramente no lo he sido nunca. No soy un pseudónimo, sino yo misma. Y mientras personalmente he ido evolucionando, este blog ha permanecido estático. El no sentirse identificado con algo se nota y hasta los últimos relatos que he colgado me ha costado Dios y ayuda escribirlos sólo por pensar que iban destinados al blog. No voy a volver a caer en la trampa de escribir obligada. No quiero cogerle manía a algo que me ha entusiasmado desde siempre. Y este espacio, que dejó de ser mío para poseerme hace ya tiempo, es hora de que acabe.
Probablemente vuelva al mundo de los blogs. No me considero adicta, pero me encantan. En circunstancias normales mañana mismo ya lo tendría creado y lo lanzaría a la red con un grito de guerra. Pero me quiero tomar mi tiempo para sentirme verdaderamente identificada con él, para crearlo desde lo más profundo de mi persona. No quiero precipitarme en mi nuevo viaje.
Pero no me puedo ir sin antes dar las gracias a todos los que me habéis acompañado en esta andadura. Ha sido de verdad un hermoso camino de aprendizaje. Espero haber dejado también yo mi granito de arena. Los hay que llegaron y se quedaron para siempre. Y los que con el tiempo se alejaron hacia campos más fértiles. Estáis todos en mi corazón y de todos he aprendido valiosísimas lecciones. Puede que algún día nos volvamos a encontrar. Por si acaso, os deseo a todos
BUEN CAMINO!!